Las empresas están cada vez más conscientes de la importancia del cuidado del planeta por los datos alarmantes de contaminación y destrucción de los recursos naturales, así como de la importancia de contar con una estrategia ambiental para contrarrestar estos cambios, y el peso que puede tener en su imagen como empresa comprometida con el ambiente.
Conseguir una empresa ecológica no sólo requiere reducir costes en impresión o invertir en tecnología más eficiente, sino también involucrar a todas las personas trabajadoras para un uso responsable de los recursos.
Muchos de esos hábitos que tenemos en casa o en el trabajo afectan a nuestro planeta, por eso es importante ser conscientes de ello y trabajar para mejorarlos. Desde dejar la canilla goteando, donde se puede llegar a desperdiciar 30 litros de agua al día, o ser conscientes de que un litro de aceite puede contaminar hasta mil litros de agua, o que los plásticos tardan hasta mil años en degradarse, y tomar medidas al respecto.
Una empresa ecológica requiere en primer lugar de un estudio y planificación del impacto que tienen sus acciones y actividad sobre el ambiente. A partir de ese análisis, se deben poner en marcha prácticas que ayuden a reducir ese impacto ambiental.
5 formas sencillas para ser una empresa comprometida con el cuidado ambiental
Gestión de residuos: Es uno de los principales puntos. Una buena gestión de residuos, que implique el reciclaje y la valorización, ayudará a reducir la cantidad de residuos que se generan y su impacto en el ambiente
Concienciar a los empleados: Involucrar a todo el personal es crucial para llegar con éxito a cumplir con los objetivos de ser una empresa ecológica.
Medidas de eficiencia energética: así podremos reducir el consumo de electricidad y agua, lo que llevará a reducir gastos y habrá menos emisiones a la atmósfera.
Premiar el compromiso: el hecho de ser más respetuosos con el ambiente no tiene por qué suponer una obligación para los trabajadores, por eso y más si no forma parte de su trabajo es bueno premiar su compromiso con el ambiente, realizar juegos para fomentar el consumo responsable de los recursos, es una manera efectiva para involucrar a los empleados.
Acciones que supongan beneficios directos: reducir el gasto en papel o en tóner no es un beneficio directo, pero sí lo es invertir en tecnologías más eficientes o en herramientas que faciliten su trabajo y supongan ahorro de tiempo en ejecutar sus actividades, los trabajadores menos comprometidos agradecerán esas ventajas y poco a poco se irán concienciando con el resto de medidas puestas en marcha.
REDACCIÓN:
Belén Franco
Soy un especialista en Project Management que colabora con empresas e iniciativas relacionadas con sostenibilidad, tecnología blockchain y vanguardia. Actualmente, trabajo como consultor ofreciendo experiencia y liderazgo en la gestión de proyectos. Me enfoco en fomentar la innovación y la adopción de prácticas sostenibles en el ámbito empresarial. Mi objetivo es ayudar a las organizaciones a alcanzar la excelencia, asegurando la implementación exitosa de soluciones innovadoras en estas áreas clave.
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